51
El programa impulsado por la Seremi de Justicia, Gendarmería y el Grupo Olmos, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida, ejercitando habilidades físicas y cognitivas, a través del cultivo de plantas y el contacto con un medio natural.
Sembrar flores, podar árboles, cultivar plantas son una de las mejores terapias para mantener la mente en forma y saludable. Y es que si hay algo beneficioso para la salud es estar conectado con la naturaleza: la tierra, el agua, el pasto son excelentes aliados para nuestro cuerpo y mente.
Bajo este contexto, las internas del Complejo Penitenciario de Rancagua, específicamente en el módulo de lactantes, se inauguraron un huerto orgánico que permitirá a las mujeres privadas de libertar aprender técnicas de riego, cultivo y cosecha de productos agrícolas para consumo diario.
La iniciativa se concretó gracias al aporte de la empresa Grupo Olmos, quienes brindaron asesoría y donaron los almácigos para concretar el proyecto liderado por la Seremi de Justicia y Derechos Humanos y Gendarmería de Chile. El proyecto “huerta orgánica” se encuentra inserta en el programa de Reinserción y Rehabilitación Social para personas privadas de libertad que desarrolla el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
La seremi de Justicia y DD.HH, Bárbara Perry, señaló que “se ha comprobado, que las tareas de jardinería y el contacto con la naturaleza tienen efectos desestresantes, además de potenciar el trabajo en equipo. Hoy, las mujeres aprenderán a desarrollar habilidades y destrezas que les permitirá mejorar su calidad de vida en el contexto de encierro”.
En tanto, el Jefe Comercial Hortalizas de Grupo Olmos, Jorge Verschae, indicó que “agradecemos la invitación de la seremi de justicia, Bárbara Perry, quien nos invitó a participar de este lindo proyecto, que busca entregar rehabilitación a las mujeres de la cárcel de Rancagua”.
El alcaide del Complejo Penitenciario de Rancagua, Álvaro Millanao señaló que “estamos instalando una rutina de responsabilidad y trabajo en equipo en la población penal femenina. El huerto comunitario sirve, entre otras cosas, para mejorar y trabajar las habilidades blandas, fomentar el respeto por el otro. Es un medio para conseguir un fin”.