49
Existen estudios que muestran que una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y comida casera en niños menores de 3 años, mejora el desempeño intelectual en comparación a aquellos que consumen frecuentemente comida chatarra, lo que se suma a que están más propensos a desarrollar obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes.
Muchas veces nos antojamos de hamburguesas, papas fritas, bebidas y helados, alimentos considerados chatarra debido a su bajo valor nutricional. El consumo de este tipo de alimentos trae consecuencias conocidas para adultos y niños, como el aumento del peso, el colesterol y mayor posibilidad de enfermedades cardíacas, entre otras.
A lo anterior, se suman las conclusiones de un estudio de la universidad de Bristol que muestra que la mala alimentación en los menores también puede tener efectos colaterales en el desarrollo cerebral. Los investigadores consideraron también variables como lactancia materna, clase social, escolaridad y edad de la madre, y admitieron que el ambiente doméstico también influye. Sin embargo, expusieron que la alimentación tiene un rol fundamental en el desarrollo intelectual de los mismos, obteniendo hasta cinco puntos más de CI en niños alimentados con una dieta saludable en contraste con los que no.
Durante los primeros dos años de vida, el cerebro vive su desarrollo más importante y hay factores como la estimulación y la genética que también ayudan a la plasticidad cerebral. El consumo de azúcar, grasas y comida chatarra hacen que los niños tengan un déficit de nutrientes, que afecta el desarrollo óptimo del cerebro.
“Esto no significa que los niños que han sido alimentados con comida chatarra no vayan a poder llevar una vida de logros y buen desempeño escolar, pero sí que lo podemos mejorar mediante a factores ambientales como lo son el estímulo y la alimentación. Esto demuestra la importancia de una nutrición saludable para los niños en sus primeros años formativos, ya que además de desarrollar un CI más alto, es la edad en la que se adquieren los principales hábitos, lo que los ayudará a tener una mejor salud en general”, destaca Paulina Hernández, nutricionista y jefa del programa Vivir Bien de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos.
Conozca una lista de alimentos que no deben faltar en la dieta de los niños y los que debe evitar.
Alimentos que no pueden faltar.
Frutas y verduras, al menos 5 porciones al día (3 de frutas y 2 de verduras). Se deben incorporar en las papillas desde el inicio y las verduras como hábito de ensalada desde el año.
Legumbres, 2 veces por semana. Estas deben incorporarse desde los 7 – 8 meses de vida, según la nueva norma de alimentación, en reemplazo de la papilla de verduras con carne.
Pescado, 2 veces por semana. En la actualidad es sabido que puede incorporarse desde los 6 – 7 meses de vida,
Huevos, 1 vez por semana en reemplazo de la carne. Puede incorporarse desde los 9 a 10 meses, no frito.
Arroz, papas, fideos, entre otros.
Agua, sin sabor ni endulzantes. Es importante acostumbrar a los niños desde pequeños a tomar agua pura.
Preparaciones caseras. Preferir preparar los alimentos en casa para toda la familia siempre será la opción más saludable.
Alimentos que evitar.
Dulces, golosinas, azúcar, frituras, cereales azucarados, chocolates, alimentos ricos en grasas saturadas, snacks dulces o salados, pasteles y helados entre otros, ya que carecen de nutrientes importantes y pueden conducir a un rechazo en el consumo del resto de los alimentos. Además de los alimentos rotulados con “Alto en”, ya que tienen un valor nutricional menor y al ser altos en grasas saturadas y azúcares generan una mayor posibilidad de sufrir enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes, hipertensión, etc.