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Con el fin de generar un circuito turístico vinculado a las viñas del valle de Colchagua, reconocida mundialmente por la calidad de sus vinos, se ha puesto en marcha un completo plan de “Construcción y Restauración de las Estaciones de Ferrocarriles de Colchagua”, apoyada por la Gobernación Provincial de la Región del Libertador. La idea es que en las distintas estaciones del ramal, los turistas puedan encontrar restaurantes, artesanía y otros servicios básicos.
La estación de Peralillo, desde los años 70 fue destinada al almacenaje de salitre, durante mucho tiempo el tren fue el principal medio de transporte del sector, mayoritariamente agrícola y forestal. El 25 de enero de 1888, Ferrocarriles del Estado encargó su edificación al ingeniero Pedro Antonio Rosselot. Aunque el trazado de la línea férrea llegó hasta Pichilemu en 1926, recuperar hoy su totalidad es algo inviable debido a las deterioradas condiciones en que se encuentra.
Esta estación integrará el circuito turístico de la “Ruta del Vino del Valle de Colchagua”.