Más de 50 personas participan en evaluación sensorial de fruta en el Campus Colchagua de la UOH

Editado por Gety Pavez Vidal
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 ·       La actividad, que es parte del proyecto FIC “Transferencia D’Agen para exportación en fresco”, buscó probar el efecto que tienen diferentes cargas frutales, regulada por la poda invernal, en la calidad final de la fruta.

 

Incrementar la competitividad de la industria de exportación de ciruela D’Agen en nuestra región, es lo que se propone el proyecto FIC “Transferencia D’Agen para exportación en fresco”, que espera -mediante el desarrollo de directrices tecnológicas de producción de pre y postcosecha- obtener fruta con calidad y condición óptima para exportar a mercados distantes.

 

La académica de Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), Dra. Karen Mesa, explica que el proyecto -en esta etapa- se enfocó en una evaluación sensorial que busca probar el efecto que tiene un tratamiento de menor carga frutal, regulada por la poda invernal, en la calidad final de la fruta.

 

“Esta calidad será evaluada instrumentalmente a cosecha y a salida de un período de almacenaje refrigerado prolongado como emulación de un viaje comercial a oriente, lo que permitirá analizar también la capacidad de almacenaje/transporte de fruta bajo condiciones controladas de temperatura y humedad relativa para exportación”, indica la investigadora UOH.

 

Con la evaluación sensorial, realizada en el Campus Colchagua, se buscó analizar la calidad al momento de consumo, es decir, luego de la salida de frío de la fruta, más unos días a temperatura ambiente, para que ésta alcance su máximo potencial organoléptico (dulzor, acidez, firmeza, entre otras), todo ello bajo la aplicación de una evaluación sensorial a más de 50 voluntarios.

 

Loreto Contador, investigadora de la Universidad de Chile y  encargada de la actividad, explicó que esta evaluación sensorial “a nosotros nos permite entender cuál es el comportamiento del consumidor en función de la fruta, ya que generalmente evaluamos cómo se encuentra la fruta en el campo, cómo crece, qué características tiene, para luego cosechar, almacenarla en frío y posteriormente exportarla, pero pocas veces tenemos el feedback de qué es lo que piensa la gente de esta fruta”, puntualiza.

 

Agrega que esa conversión de lo técnico a lo sensorial “a nosotros nos aporta valiosa información para tomar decisiones y eso es, justamente, lo que hacemos hoy: evaluamos frutos de ciruela D’Agen, asociados a este proyecto, y queremos ver cuál es la percepción que tienen los consumidores de esta fruta”.

 

La investigadora detalla que con esta evaluación sensorial “queremos profundizar en cuáles podrían ser los problemas que afectan a la fruta y las características de calidad que más resaltan en ella”.

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