El/la Médico/a Veterinario/a egresado/a de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH) es un/a profesional que se caracteriza por poseer una formación científica y tecnológica de carácter generalista, que le habilita para ejercer la profesión con idoneidad y competencia, cimentado por un espíritu y una visión ética y humanista.
Además de prevenir, diagnosticar y realizar tratamientos a los animales de compañía, se desempeñan en áreas como la salud pública, participando en la prevención de enfermedades zoonóticas; en la producción animal, específicamente en la generación de alimentos que cumplan con los requerimientos de calidad, inocuidad y bienestar animal; y en la protección de la fauna silvestre, colaborando en la gestión y sustentabilidad del medio ambiente.
“Es vital que nuestros/as futuros/as médicos/as veterinarios/as conozcan la realidad regional medioambiental para poder desarrollar una ganadería y sistemas productivos animales sustentables. Cada día se avanza en temas relacionados al bienestar animal, por lo que los/as estudiantes están recibiendo una formación sólida y serán agentes de cambio. A nivel de mascotas, la medicina veterinaria no es solo tratar a un animal, sino que es tratar a una parte de la familia, por lo que debemos avanzar en más tecnologías a nivel regional, conocimiento respecto a las enfermedades que los afectan y, no puedo dejar de mencionar, el acceso a esto, la región es muy grande y no todas las familias cuentan con lugares de atención que estén a mano para recibir a sus mascotas”, apunta la jefa de carrera de Medicina Veterinaria, Karen González.
El/la egresado/a de la UOH destaca en su rol social y de servicio público ante la comunidad, a fin de contribuir a su desarrollo y bienestar, mediante la gestión y asesoría a ella y al sector productivo en sus distintos niveles, en los ámbitos de su competencia, acorde a las condiciones y potencialidades que estos presentan. “La universidad no solo se encarga de formar a los/as futuros/as médicos/as veterinarios/as, sino que también tiene un pilar fundamental que es la investigación, y quizá es algo que vemos como más lejano, pero en realidad es lo que finalmente va a sustentar las decisiones que podamos tomar en el ejercicio de la profesión, actualmente tenemos académicos y académicas que centran sus líneas investigativas en temas tan importantes como las abejas, fármacos, fauna silvestre, bienestar animal en producción animal e inocuidad alimentaria, y todo esto en el marco de la Región de O’Higgins”.
Sobre las áreas laborales para la profesión, Karen González destacó que “se encuentran las áreas de inocuidad alimentaria, salud pública, animal y ambiental, tanto en instituciones públicas y privadas. También podría trabajar en producción animal a gran escala y también a pequeña escala con agricultura familiar campesina, esta última está muy representada en nuestra región. Y claro que también en las clásicas áreas de medicina de animales pequeños (perros y gatos), o de rumiantes o equinos, atendiendo a estos animales y velando por su salud integral”.
Esta visión se traduce en la capacidad de identificar y resolver problemas en los diversos ámbitos de su quehacer profesional, principalmente en los campos de la salud y el bienestar animal, al igual que en la administración y gestión veterinaria, la producción de especies animales terrestres y acuícolas; enfrentando con responsabilidad la preservación del medio ambiente.
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