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Ante las medidas adoptadas por el Gobierno y la Autoridad Sanitaria (MINSAL) relativa al cierre de unidades de alta complejidad y sus camas críticas, junto al término de los contratos del personal asociado a la alerta sanitaria producto del COVID19, el Colegio de Enfermeras de Chile declara lo siguiente:
Nos parece una señal negativa, el que se desarticule los niveles alcanzados, tanto en infraestructura y recursos humanos, retrocediendo sin evaluar el impacto y los efectos que ha provocado la pandemia en la población y en el equipo sanitario.
Sr. Ministro Enrique Paris: Considere Ud. que la disminución de la tasa de contagio por COVID19 y el control de la pandemia aún en estado de latencia, no es sinónimo de disminución de la carga laboral para los trabajadores del sector. Debe tener en cuenta el enorme desafío que deben enfrentar una vez controlada la pandemia, como son las grandes listas en espera de atención de personas con patologías médicas, quirúrgicas, crónicas y control de niño sano y adulto entre otros.
Nos parece imprudente despedir al personal de salud contratado para ayudar al control de la pandemia, considerando que en este periodo fueron 18 mil personas de las cuales sobre 4 mil son enfermeras y enfermeros. Un número importante de ellos permanece hace más de un año en el sistema de salud, muchos en calidad de honorarios, o en reemplazo. A pesar de esta inestable situación laboral, han enfrentado con gran compromiso y profesionalismo esta crisis sanitaria.
Parte de la deuda histórica que tiene el sistema de salud con las enfermeras y enfermeros de nuestro país, es la NO cobertura de la brecha de este recurso en los distintos niveles de atención del sistema de Salud.
En un estudio de investigación realizado por Marta Simonetti, Enfermera Investigadora de la Universidad de los Andes, se plantea que en hospitales chilenos en un servicio de nivel medio de atención, donde 1 enfermera/ro es responsable de cuidar a 18 personas hospitalizadas, da cuenta que estos pacientes tienen un riesgo de morir de 41%, al no contar con el número de enfermera/ro necesario para estos cuidados profesionales.
Más grave es aún, si consideramos que en varios hospitales públicos la realidad de la dotación es de 1 enfermera/o por 24 personas hospitalizadas en este nivel, siendo que la recomendación es 1 enfermera/ro por cada 10 personas hospitalizadas.
A su vez, es muy importante considerar que contar con la dotación adecuada de enfermera/ro previene los reingresos hospitalarios, disminuye días camas, y por ende, reduce el gasto en salud. Es solo parte de este revelador estudio investigativo dado a conocer a los Ministros de Salud de este Gobierno, pero hasta el día de hoy, sin respuesta.
Por lo anteriormente expuesto, rechazamos los despidos del personal de refuerzo COVID19 y apoyamos las movilizaciones anunciadas para evitar que estos se concreten.
COLEGIO DE ENFERMERAS DE CHILE A.G