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Hermanas benedictinas de claustro de la comuna de Rengo están apoyando al Servicio de Salud en la confección de mascarillas.
“Les aseguramos que estas mascarillas se van de nuestra casa con toda nuestra oración y esfuerzo”. Con estas palabras las hermanas de la comunidad del Monasterio de la Asunción de Santa María, de la comuna de Rengo, hicieron llegar al Servicio de Salud parte de las mascarillas que han estado confeccionando, para apoyar ante la pandemia, a los funcionarios con estos elementos de protección personal.
Desde el Monasterio no quisieron estar ajenas a la problemática de salud que hoy afecta a nuestro país y gracias a la coordinación que lleva el subdepartamento de Participación y el contacto realizado por la dirigente del consejo de desarrollo del Cesfam de Rengo y miembro del Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) del Servicio de Salud, Pamela Cossio, se remitió el material y las características de las mascarillas, para que las 20 hermanas de la comunidad pudieran elaborarlas dentro de las jornadas de trabajo que realizan y que son parte de las actividades diarias de las monjas benedictinas.
“Como funcionarios de la salud estamos muy agradecidos por las múltiples muestras de cariño y apoyo de la comunidad, que ven que confeccionando estas mascarillas están haciendo un tremendo aporte. Hoy recibimos las de las hermanas benedictinas, a quienes agradecemos infinitamente, en especial por las bendiciones que nos enviaron”, señaló el director (s) del Servicio de Salud O’Higgins, Fabio López.
Al respecto, la asesora del subdepartamento de Participación, Karina Carmona, explicó que gracias a la dirigente del COSOC se comunicaron con las hermanas y junto a su jefe Félix Arévalo, fueron hasta el monasterio “y les explicamos en qué consistía y si nos querían cooperar, ellas amablemente dijeron que si y que tenían 4 máquinas de coser, más otra que arreglaron, y tomaron parte de su jornada de actividades para poder contribuir con este voluntariado”.
Agregó que la confección de estas mascarillas surgió desde la Subdirección Médica, con el objeto de que las que existen actualmente se priorizaran para el personal clínico “y las mascarillas que hace el voluntariado se le entregue a quienes se encuentran en la ‘segunda línea’, para lo cual contamos con el apoyo no sólo de las monjas benedictinas sino también de 8 personas en Rancagua y otras 4 en Rengo, incluso estas últimas que son de una junta de vecinos se dedican a hacer sus propias mascarillas para vender, pero además contribuyen en forma voluntaria, sin fines de lucro, en aportarnos a nosotros y eso también ha sido beneficioso para nuestros funcionarios”.
Karina Carmona agradeció también a las hermanas por la carta enviada al Servicio, donde ellas señalan las bendiciones que han enviado con cada una de las mascarillas “pedimos al Señor de la historia que proteja a quienes las vayan a usar, a ustedes y a sus familias, así como a todos sus pacientes y rogamos con y por ustedes, hoy y siempre”
“Cuando entregaron la carta- explica la asesora de Participación- fue super emocionante, porque no sólo nos agradecen por haber podido colaborar, sino que además están preocupadas de protegernos, pidiendo por nosotros y contribuyendo con la empatía hacia quienes trabajamos en el sector público de la Salud. Ellas tienen toda la voluntad de continuar y esperamos conocerlas algún día porque hasta ahora sólo hemos tenido contacto con la hermana María Francisca y la Madre Alejandra, pero nosotros queremos seguir con este vínculo, porque creemos que es importante integrar el tema espiritual en las actividades de nuestro equipo de participación”.