Actualmente son 13 los Guardaparques que cuenta la región de O´Higgins, distribuidos entre las Reservas Nacionales Río de los Cipreses y Roblería del Cobre de Loncha, quienes junto a los profesionales del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas, a la Gobernadora de Cachapoal, Mirenchu Beitía, el seremi de Agricultura, José Guajardo y la directora regional de Conaf, Alba Garrido Jaque, celebraron su día nacional.
La celebración se desarrolló en un ameno y conversado desayuno entre estos guardianes de la naturaleza y las autoridades mencionadas, quienes también destacaron el aporte que realizan al país a través de la preservación de las áreas silvestres protegidas en todo el territorio nacional y muy en especial en nuestra región.
En la ocasión la Gobernadora de Cachapoal, Mirenchu Beitia, destacó el trabajo que realizan los 13 guardaparques de Conaf custodiando las dos reservas nacionales que existen en la región, señalando que “es un trabajo de gran valor para nuestro medioambiente y para la preservación de nuestra flora y fauna el que ustedes realizan, pero además de mucho compromiso en lo que significa la incorporación de aspectos preventivos y formativos dirigidos a la comunidad”.
En la ocasión también fueron certificados al concluir las 4 jornadas de capacitación para guardaparques previstas para este año 2015, con contenidos acerca de la historia y el origen de las áreas silvestres en Chile y el mundo, desarrollo de planes de manejo de éstas áreas y los nuevos conceptos, de metodología de la investigación científica y taxonomía vegetal, dictadas por la Bióloga y Doctora en Ciencias con Mención en Biología, Marcia Ricci Chamorro.
Por su parte el Seremi de Agricultura, José Guajardo indicó "Son personas muy comprometidas con la institución y sus funciones, muchos de ellos con décadas de servicio y un profundo amor y respeto a la naturaleza. He estado en contacto con ellos y sus necesidades, y a través de la directora regional de CONAF hemos construido una excelente relación, y me he comprometido a revisar y avanzar en soluciones para sus problemas, estando en terreno tanto en Reserva Cipreses como recientemente en Reserva Loncha".
Sus principales funciones
Estos hombres y mujeres, a lo largo de todo el territorio nacional, son quienes preservan y conservan el patrimonio natural y cultural presentes en Parques, Reservas y Monumentos Nacionales que integran el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE).
En la inmensidad de sus territorios cumplen labores de vigilancia y patrullaje, pero también tienen un rol fundamental en las investigaciones y censos de la flora y la fauna que habitan en estas unidades, que representa la diversidad biológica de nuestro país.
Son el rostro visible y amable ante visitantes, adultos, jóvenes y niños que concurren a disfrutar de las distintas alternativas de recreación y aprecio por la naturaleza, pero también los vigilantes de la seguridad del turista.
Actualmente se desempeñan 32 mujeres guardaparques a nivel nacional, nuestra región cuenta con una de ellas: Jacqueline Vergara Zapata quien trabaja en la Reserva Nacional Río de los Cipreses y lleva 14 años en la Institución.
“Mi trabajo como guardaparque, es mucho más que eso, lo siento como una forma y vocación de vida, es muy gratificante y me llena completamente. Requiere de sacrificios, como estar lejos de la familia en ocasiones especiales cumpleaños, navidades, año nuevo, enfermedad de un ser querido, etc, pero la vida es eso, aprender, cada uno según su propio ritmo así nos lo muestra la naturaleza, y de cada paso que damos, interno y/o externo, vamos aprendiendo algo y descubriéndonos a nosotros mismos y nuestro entorno. Es muy gratificante que a nosotros los guardaparques se nos valore y tengamos un día para que se nos reconozca esta labor de “hacer patria”, como la de muchos compañeros y compañeras que trabajan en zonas muy aisladas”.
La directora regional de Conaf, Alba Garrido Jaque, les dedicó unas sentidas palabras. “Para CONAF representan un motivo de mucho orgullo, son personas que tienen la capacidad de dejar a sus familias en lugares más urbanos para ellos internarse en la cordillera a cumplir con ésta actividad, con los costos emocionales que esto conlleva, pero su vocación y amor por la naturaleza les da una fortaleza admirable, porque se nota que son felices haciendo su trabajo”, señaló en la oportunidad.