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Nadie sabe bien cómo llegó hasta ahí, pero un asustado coipo, Myocastor coypus, fue entregado por una familia del centro sur de San Fernando, y entregado a funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero de la ciudad que luego lo liberaron en el Embalse Convento Viejo.
El animal, que puede llegar a pesar diez kilos, fue encontrado cerca de las tres de la madrugada merodeando en el patio de una casa ubicada en calle Tres Montes, de la capital provincial de Colchagua. Sus residentes no dudaron, capturaron temporalmente al animal y dieron aviso a Carabineros de Chile, quienes luego alertaron al SAG
Fueron los funcionarios del organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, quienes retiraron al escurridizo roedor de la vivienda y efectuaron la liberación en el embalse ubicado en la comuna de Chimbarongo.
“Esta es una especie fácilmente confundible con otras, como el castor, y fue oportuno el llamado de los residentes para poder retirar el animal y trasladarlo de forma segura hasta un lugar más cercano a su hábitat natural”, indicó Luis Rodríguez, Jefe de Oficina SAG San Fernando.
El ejemplar, aparentemente un macho juvenil, se encontraba en buenas condiciones, sin lesiones, por lo que se decidió su inmediata liberación. Sin embargo, tanto para los residentes como para los vecinos del lugar, el hecho causó alerta y preocupación por lo atípico que resulta encontrar especies silvestres en el centro de las ciudades.
El coipo, animal que habita desde la región de Coquimbo hasta Magallanes, es una especie de tamaño mediano, posee una extensa y escamosa cola y ha sido víctima de personas que aprovechan sus pieles para realizar actividades de peletería ilegal, ya que su caza se encuentra prohibida. Puede vivir hasta 4 años de vida en condiciones naturales y reside, particularmente, en lagunas pudiendo ser avistado en ríos y pantanos durante la noche. Según la Ley de Caza, esta especie está calificada en estado de conservación vulnerable, catalogada con densidades poblacionales reducidas en toda la zona central.