La estatua, que conllevó a más de seis meses de trabajo por parte del artesano de la comuna, Tomás Gacitúa, presenta un tamaño total de tres metros y ha sido instalada en la Plaza de Armas de la comuna, cumpliendo el objetivo que se planteó el edil junto al Concejo Municipal, que fuese vista por todos quienes circulen cerca del centro cívico de Mostazal.
En cuanto al motivo de esta obra, el edil afirmó que era una deuda que se tenía con el pueblo, y que junto al Concejo se propusieron una obra que rindiera homenaje al patrono del pueblo, “a quien todos en la comuna se encomiendan, y que de paso permite acerca el mundo católico a toda la comunidad, puesto que es un ícono en nuestra comuna” aseguró el edil.
Acerca de la recepción por parte de la comunidad, su creador, Tomás Gacitúa aseguró sentirse orgulloso por el resultado de la obra, por la cual ha recibido constantes felicitaciones por los transeúntes y que “en un principio tenía contemplado hacer una estatua más pequeña, pero el Alcalde me encomendó hacerla vistosa para todo el pueblo y ese fue mi desafío, que fuese majestuosa y real para el goce de nuestros vecinos” aseguró el artesano oriundo de La Punta.
En la oportunidad, los vecinos tuvieron la oportunidad de llevar a sus mascotas para que fuesen bendecidas por el párroco de la iglesia de Mostazal, padre Mauricio Herrera, quien también compartió el orgullo de destapar la obra en la que se refleja la misión de su iglesia: ayudar a los desposeídos y proteger también a los animales, como lo hiciera alguna vez su patrono, San Francisco de Asís.