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Comer sin límites, es al parecer la consigna de muchos chilenos durante las Fiestas Patrias. Es ya es una tradición que durante las celebraciones consumimos todo lo que pasa por nuestros ojos, desde empanadas, choripán, carne asada hasta dulces chilenos y paralelamente algunas variedades de alcohol como pisco, vino y el popular terremoto.
No obstante a lo gratificante que puede resultar todos esos días de festín las consecuencias de la desenfrenada alimentación son nefastas para salud. Según Julia Ortiz, subdirectora de la escuela de Salud de AIEP los resultados pueden ir desde una leve molestia hasta una intoxicación alimentaria o una Pancreatitis.
Lo más recurrente cuando se excede con las comidas durantes las fiestas “son las molestias gástricas como náuseas y gastritis o sensación de ardor, lo que pasa es que el estómago al ser sobre exigido no logra realizar un proceso digestivo normal, lo que provoca estas consecuencias”, señala Julia Ortiz.
La profesional de AIEP también comenta que la acidez es un problema recurrente en Fiestas Patrias, “comer mucho y de una sola vez provoca que los fluidos digestivos pasen directamente al esófago y causen el incómodo reflujo. Si esta condición se repite puede dañar el tejido delicado alrededor del esófago”, explica.
No es extraño que luego de comer en abundancia se sienta un sueño repentino, esto se debe a una reacción química del celebro, pero cuando el consumo es muy grande puede ocurrir una transgresión alimenticia “este fenómeno está relacionado con el gasto energético necesario para digerir una sobredosis de comida. El estomago y los intestinos son forzados a procesar y distribuir todos los nutrientes que están recibiendo, lo que ocasiona un gran gasto de energía generando un desgaste extra”, él que se manifiesta por somnolencia excesiva y falta de energía.
Además de los daños estomacales, el cuerpo también resulta perjudicado luego de tanto consumo de grasas y calorías, según Julia Ortiz de AIEP se pueden subir hasta 5 kilos durante las celebraciones de septiembre.
“Esta abrupta alza de peso puede traer como consecuencia una alteración en la presión arterial, aumentando el riesgo de enfermedades al corazón, alza en los niveles de glicemia, aumento de colesterol y triglicéridos”, subraya.
Para no sufrir por el negativo impacto de la mala dieta del 18 de septiembre la profesional recomienda algunos cambios como eliminar la mayonesa de las papas y el choripan, privilegiar la salsa verde además hay que tratar de evitar el picoteo antes del asado o almuerzo y lo mismo que la sobremesa. En cuanto al alcohol, se aconsejan los que menos calorías tienen tales como los vinos y espumantes, por ejemplo un vaso de vino tinto de 150 ml sólo tiene 72 calorías mucho menos que las 195 calorías de una copa de pisco.
“Si come empanadas evite comer choripan y viceversa, pues entre ambos se pueden consumir hasta 1200 calorías. En el asado prefiera las carnes blancas sin piel y si come vacuno o cerdo fijarse bien que no tenga grasa demás, es buena idea acompañar las carnes con ensaladas verdes sólo con un poco de aceite de oliva”, aconseja la especialista.