Tan exitosa fue la campaña que en menos de un mes las atenciones de este tipo disminuyeron significativamente y hoy las consultas por esta afección corresponde a “casos esporádicos”, según el doctor Francisco Peñaloza, director del Hospital de Pichilemu.
“La presencia masiva de estos animales no es una hecho habitual en esta zona , afortunadamente respondimos de forma inmediata explicándole a la población que tomando las precauciones necesarias no debería haber mayores complicaciones”, comentó el doctor.
En cuanto a la picadura, la mayoría de las reacciones son dermatológicas y solo un porcentaje pequeño de pacientes presenta otras complicaciones, como por ejemplo, una reacción anafiláctica secundaria, es decir una reacción de hipersensibilidad del organismo provocada por la toxina transmitida por la especie. Según Peñaloza, casos extremos como estos no se han presentado en el establecimiento.
“La reacción que produce la picadura en la piel es similar a una quemadura. Es una lesión eritematosa, dolorosa y aumentada en volumen, por eso el tratamiento de primera línea es el lavado con abundante suero fisiológico o en su defecto agua de mar”, comentó el doctor. Recomendó no usar agua potable o dulce porque no es apropiada para este tipo de lesiones, sin embargo, aseguró que el vinagre o bicarbonato de sodio pueden ser utilizados porque ambas sustancias producen la inactivación de la toxina de la medusa.
Si bien las consultas han disminuido, el director del hospital hizo un llamado a los veraneantes para que eviten el baño en las zonas donde se concentra el mayor número de estas especies, además, aseguró que si se han aplicado todas las medidas antes mencionadas y las molestias persisten se recomienda visitar el Servicio de Urgencia o comunicarse al 600 360 7777 SALUD RESPONDE, teléfono disponible para atender dudas las 24 horas, los 7 días a la semana.