Junto al alcalde de Rancagua, llevó un momento de amor y paz a menores desvalidos con discapacidad intelectual.
La magia de la navidad y un momento de alegría, junto a dulces, helados, tortas y juguetes para los niños del Hogar Pequeño Cottolengo de Rancagua, fue llevado por el Intendente de la Región de O’Higgins, Rodrigo Pérez Mackenna y el alcalde de la comuna de Rancagua, Eduardo Soto Romero, en la víspera del nacimiento de Jesús.
Sobre la actividad, el Intendente señaló que “esta es una fecha para reunirse con nuestros seres queridos y amigos, un momento donde impera la solidaridad, y donde debe ser una fiesta especialmente dedicada a los niños, una fiesta de unidad, sobre todo con pequeños y algunos no tan pequeños como ellos, que necesitan de todo nuestro amor y protección.
Durante la visita, la máxima autoridad regional elogió la labor que lleva a cabo la institución, y destacó que “en este Hogar se viven a diario los milagros, porque el trabajo que realiza su director y todo el personal del Pequeño Cottolengo con estos niños desvalidos, es un ejemplo y un milagro de amor”.
Asimismo, el Intendente señaló que el Hogar es un modelo de testimonio cristiano sobre las condiciones de vida diferentes, como lo son las de personas con discapacidad intelectual. “Además, quienes apoyan y trabajan en esta hermosa obra, son dignos de admiración, porque dedican no sólo su tiempo, sino que comprometen sus sentimientos por entregarle a ellos la mejor calidad de vida posible, para que, con dignidad y autonomía, puedan alcanzar su máximo desarrollo. Es una obra encomiable y por ello decidimos junto al alcalde, visitarlos en esta fecha tan especial, como es la víspera del nacimiento de Jesús”.