“Tu Pata En Mi Mano”, agrupación de protección animal sin fines de lucro ubicada en la comuna de Graneros, realizo el fin de semana su 7° operativo de esterilización masiva en lo que va de existencia de esta ONG.
Con un equipo profesional de médicos veterinarios provenientes de la Región Metropolitana la actividad fue realmente un éxito, 26 animales en total fueron intervenidos quirúrgicamente en esta jornada de pabellón entre mascotas graneritas y los integrantes de este grupo social pro animal.
Como es habitual, esta Organización defensora de los animales y todos sus miembros, se esmeran por crear una conciencia justa y respetuosa con los animales, es por eso que dentro de sus variadas jornadas de trabajo están las esterilizaciones, sin dejar de mencionar festivales caninos, campañas de información del cuidado y respeto de los animales, entre otras.
“Tu pata en mi mano” ONG que es dirigida por Egla Mora señalan que sólo la ESTERILIZACIÓN es el camino para ver menos perros y gatos en las calles. Y no la eutanasia, como muchos políticos y parlamentarios ha planteado en Chile y en todo el globo mundial. El discurso que ellos proponen es bastante claro y acertado, erradicar el problema de raíz de una vez por todas y así evitar con el sufrimiento y dolor que la calle ofrece a todos los animales abandonados a merced y a la deriva por gente sin escrúpulos.
Y Así como la esterilización en animales es el camino para reducir la sobrepoblación, otros 2 conceptos claves son las principales herramientas para frenar este molesto tema de ver animales en las calles. Siendo claros la ADOPCIÓN y la EDUCACIÓN son estos términos en cuestión. Sacar animales de las calles, enseñar a nuestros hijos, nietos y alumnos en los colegio el respeto a estos seres inocentes de cualquier culpa estigmatizada.
Finalizando Anyelo Soto secretario de la agrupación indica a reflexionar sobre el tema animal y tomar buenas decisiones con nuestras mascotas, quienes nos producen mucha felicidad y compañía, sin dejar de mencionar que son seres vivos y se merecen igual respeto que los seres humanos.
Colaborador; Dagoberto Díaz Rotten