Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS):
– La nueva capilla de La Compañía, que reemplazará transitoriamente la histórica Iglesia de de ese lugar, fue bendecida por el Vicario General y Pastoral de la Diócesis de Rancagua, Monseñor Bernabé Silva.
– Con esto, después de tres meses, cerca de 8 mil fieles católicos de esta localidad vuelven a tener un lugar de oración.
-Ya se trabaja en la construcción de otros nueve templos provisorios en la VI Región y de otros 30 en diversas localidades de las regiones VII, VIII y Metropolitana.
El Vicario General y Pastoral de la Diócesis de Rancagua, Monseñor Bernabé Silva, bendijo hoy la nueva Iglesia de La Compañía, en la VI Región, que reemplazará transitoriamente a la histórica Iglesia, que se derrumbó con el último terremoto que azotó al país. Este nuevo templo es el primero que se construye en el marco de la campaña “Capillas de Emergencia: Reconstruyamos Chile con Cristo” que desarrolla la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) con el fin de apoyar a las comunidades católicas del país que perdieron sus templos.
La construcción de esta capilla hará posible que la comunidad local, compuesta por 8 mil fieles católicos, puedan volver a congregarse y celebrar sus sacramentos, tras haber perdido con el terremoto, hace ya tres meses, su parroquia.
La nueva capilla de emergencia se construyó al lado de donde estaba el Santuario de la Compañía. En este terreno, bajo un toldo, frente a la ermita de la Virgen, el párroco Aquiles Correa ha congregado a los fieles desde el terremoto tras haber perdido el tradicional templo.
Construida en el año 1700, este santuario se derrumbó con el terremoto, lográndose salvar sólo algunas de sus históricas piezas, como es el caso del retablo barroco más antiguo del país. La pérdida de este templo no sólo es lamentable por su valor para la comunidad, sino también por su gran valor histórico nacional.
Durante la ceremonia de bendición de la nueva capilla de emergencia que reemplazará al templo destruido, el Vicario General y Pastoral de la Diócesis de Rancagua destacó la iniciativa que lleva adelante AIS, “con el fin de aportar a la reconstrucción del país desde el ámbito de la fe, entregándoles a las comunidades una capilla provisoria que les permita reunirse para celebrar sus sacramentos y dar testimonio del amor de Dios”.
La presidenta de AIS Chile, Christiane Raczynski, detalló que “la primera etapa de esta campaña contempla la construcción de 40 capillas de emergencia en diferentes localidades de las regiones VI, VII, VIII y Metropolitana, cuyos templos fueron gravemente afectados por el terremoto”. De esa forma, precisó que ya se trabaja en la construcción de otros nueve templos provisorios en la VI Región, los que estarán situados en las comunas de Pumanque, Chépica, Auquinco, Rancagua, Olivar, Doñihue, Coinco, Malloa y San Vicente de Tagua Tagua.
La campaña que desarrolla AIS Chile tiene como fin apoyar a las comunidades de diferentes zonas del país, cuyas iglesias sufrieron severos daños tras el sismo de febrero último.
El proyecto de capillas de emergencia fue desarrollado por el arquitecto y consejero de AIS, Gonzalo Mardones y considera la construcción de una capilla básica, fácilmente montable. Cada capilla consta de una estructura de fierro con cubierta vinílica, resistente al agua, con una superficie de 185 metros cuadrados y capacidad para 100 personas sentadas. El valor de cada capilla instalada es de $10 millones.
La presidenta de la Fundación destacó que “estas capillas permitirán a los párrocos de las iglesias dañadas por el terremoto acoger y consolar a sus fieles, dándoles una señal de esperanza, a la vez que reconstruir sus iglesias sin adoptar decisiones apresuradas de reconstrucción desde el ámbito patrimonial, económico y social”.
Actualmente, se calcula que más de un millón de chilenos católicos no tienen un lugar donde congregarse. De esa forma, las misas, bautizos e incluso funerales han debido celebrarse en la calle, ya que no siempre se dispone de un salón parroquial apropiado para adaptarlo como capilla provisoria. Del catastro preliminar informado por las diócesis más afectadas, se contabilizan 545 recintos religiosos dañados, de los cuales 440 corresponden a templos.
Historia de la Parroquia Inmaculada Concepción de La Compañía
Pedro de Valdivia otorgó derechos sobre la Hacienda de Rancagua a los capitanes españoles Torquemada y Briceño, quienes hicieron donación de sus tierras a la Compañía de Jesús, en 1595. De esta forma se constituyó la “Gran Hacienda de La Compañía”. Los jesuitas construyeron el templo Inmaculada Concepción de Compañía en 1758.
En 1771 la propiedad fue adquirida por Mateo de Toro y Zambrano. Luego de cambiar de propietarios un par de veces, en el 1900 la capilla de la Villa pasó a manos de los padres Pasionistas, quienes asumieron como párrocos y la capilla pasó a ser parroquia desde 1974, debido a las necesidades espirituales de la población.
En 1995 la Parroquia Inmaculada Concepción de Compañía fue entregada como propiedad al Obispado de Rancagua. Cuando el Seminario Cristo Rey se traslada a Graneros ese mismo año, tomó a su cargo la atención de la parroquia.