Ataque cerebral
Otros nombres: Accidente cerebrovascular, Apoplejía, Derrame cerebral, Hemorragia cerebral
Un ataque cerebral es una urgencia médica. Los ataques cerebrales suceden cuando se detiene el flujo sanguíneo al cerebro. En apenas unos minutos, las células cerebrales empiezan a morir. Existen dos tipos de derrames cerebrales. El tipo más común, llamado ataque cerebral isquémico, es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea o tapona un vaso sanguíneo en el cerebro. El otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro. Los “mini-derrames cerebrales” o ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe brevemente.
Cerebro
Vista Superior
Vista Inferior
Confusión súbita, dificultad para hablar o entender
Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos
Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos
Dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida
Si tiene alguno de estos síntomas, debe ir rápidamente a un hospital para empezar un tratamiento. La terapia aguda para el ataque cerebral trata de parar el derrame disolviendo el coágulo o controlando la hemorragia. La rehabilitación posterior al ataque cerebral ayuda a las personas a superar las discapacidades causadas por el derrame. La terapia medicinal con anticoagulantes y antiplaquetarios es el tratamiento más común para el ataque cerebral.
¿Qué es un derrame cerebral?
Un derrame cerebral o “ataque cerebral,” ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se bloquea o se revienta. El cerebro no puede almacenar oxígeno por lo tanto se confía de una red de vasos sanguíneos para que lo provean con sangre rica en oxígeno. Un derrame cerebral resulta por la falta de provisión de sangre lo que causa que se corte la provisión de nutrientes y oxígeno a las células nerviosas en el cerebro. Los tejidos empiezan a morir cuando son cortados de su fuente de oxígeno por más de tres o cuatro minutos.
Derrame hemorrágico — Este tipo de derrame sucede cuando un vaso sanguíneo débil en el cerebro se rompe. Una hemorragia o sangrado del vaso sanguíneo ocurre de pronto. La fuerza de sangre que se escapa del vaso sanguíneo también puede dañar tejidos alrededor del cerebro. El derrame hemorrágico es el tipo de derrame más serio.
Derrame Isquémico — Este tipo de derrame ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro desarrolla un coágulo y corta la provisión de sangre al cerebro. Un coágulo de sangre que se forma en un vaso sanguíneo en el cerebro se llama “trombo.” Un coágulo de sangre que se forma en otra parte del cuerpo, como en el cuello o en el revestimiento del corazón y viaja hacia el cerebro se denomina “émbolo.” Los coágulos de sangre con frecuencia resultan de una condición llamada “arterosclerosis,” que es la acumulación de placa con depósitos de grasa dentro de las paredes de los vasos sanguíneos.
Ataque isquémico transitorio (TIA) — Un TIA debe ser tratado tan seriamente como un derrame. Un TIA ocurre cuando se corta el flujo de sangre a cierta parte del cerebro por un período corto de tiempo usualmente 15 minutos o menos. Aunque el TIA es un episodio sin dolor es una señal importante de advertencia que un derrame puede ocurrir.
Los efectos de un derrame dependen del grado y la locación del daño en el cerebro. Entre los muchos tipos de incapacidades que pueden resultar de un derrame se encuentran:
Inhabilidad para mover parte del cuerpo (parálisis)
Debilidad en parte del cuerpo
Entumecimiento en parte del cuerpo
Incapacidad para hablar o entender palabras; dificultad en comunicarse
Dificultad al tragar
Pérdida de la visión
Pérdida de la memoria, confusión o juicio pobre
Cambio en la personalidad, problemas emocionales
Si tú quieres prevenir un derrame debes entender los factores de riesgo que conducen a éste así como también las estrategias que son usadas para reducir un derrame. Asegúrate de conocer las señales de un derrame! Si ves señales de advertencia de un derrame, llama al 9-1-1 o busca atención médica en seguida. La mayoría de las señales de advertencia de un derrame no son dolorosas:
Repentino entumecimiento o debilidad de la cara, brazo o pierna particularmente en un lado del cuerpo.
Repentina dificultad para entender o hablar. Puede tener trastorno o confusión en el lenguaje.
Dificultad repentina para ver con un ojo o ambos ojos.
Pérdida repentina del equilibrio, de la coordinación o de la habilidad para caminar.
Dolor de cabeza repentino y severo cuya causa se desconoce.
Esta información proviene de la Cleveland Clinic y no es su intención reemplazar el consejo de su médico o proveedor de servicios de salud. Por favor consulte a su proveedor de salud para información acerca de una condición médica específica.
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