Una intensa jornada de diálogo en torno a los valores del desarrollo rural solidario, fue inaugurada este lunes por el Director Nacional del INDAP, Hernán Rojas, el Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, y el Presidente de la Fundación Solmiru, Padre Federico Hegarty.
El taller, “Elementos Valóricos del Desarrollo Rural Solidario”, se desarrolla en San Francisco de Mostazal con la participación de un centenar de agricultores de las regiones de O’Higgins y Bío- Bío. La máxima autoridad del INDAP manifestó la importancia para la institución de abordar estas temáticas junto con los campesinos en el marco de la sociedad en que vivimos.
En el marco de este evento que concluirá este martes, destacó el mejoramiento de la calidad de vida que ha experimentado el mundo rural en los últimos años, con una reducción importante de la pobreza rural de 40% a 13%. Precisó que el INDAP es una institución que por mandato de la Presidenta de la República ha potenciado la participación de la Agricultura Familiar Campesina, generando sus programas e instrumentos de fomento productivo al abrigo de la participación de los campesinos, y no desde un escritorio sin discusión. Añadió que hoy existe el consenso y el valor que no puede haber desarrollo real sino es convocando a la Agricultura Familiar Campesina.
Monseñor Alejandro Goic hizo un llamado social a realizar un nuevo trato con el mundo rural, entendiendo que estamos viviendo en una sociedad que está cambiando. Precisó que es necesario respetar la dignidad del ser humano y de quien trabaja en el campo. “La solidaridad es un valor esencial en el mundo rural y en la sociedad en su conjunto que hay que fomentar. El desafío es construir un país más equitativo valorando el aporte que cada persona puede hacer para el bienestar del conjunto”, puntualizó el prelado.
El Presidente de la Fundación Solmiru (Solidaridad Misionera Rural), Padre Federico Hegarty, manifestó que la solidaridad es un valor muy esencial en el campo y esto se puede ver en las cosechas participativas y en múltiples acciones que a diario se viven en el mundo rural. Espera que fruto de esta iniciativa, a través del taller, “se generen mayores esfuerzos para que entre todos logremos una convicción profunda de estos valores para nuestro crecimiento como personas, y de esto el mejor ejemplo está en Jesucristo”, recalcó.