Alimentación de jardines de Integra es baja en azúcares sodio y grasas saturadas

Imprimir
Usar puntuación: / 0
MaloBueno 
 -
Se rige por altos estándares normativos por la FAO, OMS y el Ministerio de Salud. 

                La alimentación es sin duda uno de los aspectos que más preocupan a los padres y apoderados que asisten a los jardines y salas de Cuna de Integra, es por eso que el Departamento de Nutrición de la Fundación fija al alto nivel sobre la materia.

A este respecto, el método educativo de Integra impulsa una alimentación de calidad en las 93 salas cuna y jardines infantiles de la región de O'Higgins (y en todo el país), poniendo énfasis en el aprendizaje de habilidades y destrezas de coordinación y precisión al comer de forma autónoma, conociendo el medio físico con el reconocimiento y nombre de los alimentos.

"Junto con lo anterior, apuntamos a un desarrollo sensorial y social, donde nuestros niños y niñas pueden vincularse afectivos y, sobre todo, las enseñanzas sobre los hábitos que impactarán en todo su proceso de desarrollo como personas. La alimentación trata de un momento significativo, por eso resguarda la calidad de la atención que reciben los niños y las niñas es una preocupación y trabajo permanente ", señala al respecto Jaime Folch, Jefe del Departamento de Nutrición y Salud, de la Dirección de Promoción y Protección de la Infancia de Integra.

De esta forma el programa alimentario que entrega Integra responde a las últimas recomendaciones de energía de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS); a las Guías de Alimentación del Ministerio de Salud para los niños menores de seis años (2016); y a lo dispuesto en la Ley 20.606 sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.

Asimismo, es baja en azúcares, sodio y grasas saturadas, no contiene edulcorantes ni colorantes artificiales como amarillo crepúsculo y tartrazina. La porción diaria cubre entre un 60% y 75% de las calorías y el 100% de las proteínas requeridas dependiendo de la edad del niño o niña.

Cuenta, además, con un sistema de control que es verificado todos los días por los encargados del programa de alimentación en cada sala cuna y jardín infantil, además de ser supervisado por nutricionistas.

“Es importante resaltar que la sala cuna y el jardín infantil es un ambiente propicio para trabajar el período de la alimentación desde una perspectiva educativa. Por ello, nosotros vemos la hora de comer como un período relevante dentro de la jornada diaria y con un propósito o intencionalidad definida para cada grupo de edad”, precisa Folch.

Una forma de poder complementar la entrega de una alimentación de calidad, es apoyar el trabajo pedagógico a través de la elaboración de una serie de materiales educativos como apoyo a la gestión pedagógica de las educadoras y técnicos de los establecimientos de Integra, como las fichas de experiencias de aprendizaje en alimentación saludable y las cartillas de alimentación saludable dirigidas a las familias.

Todo este esfuerzo debe ser compartido por las familias, quienes son el primer educador y promotor en los niños y las niñas sobre la importancia de una alimentación saludable.