Primer parto inminente fue atendido con éxito en nuevo Hospital de Chimbarongo

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 Corría la tarde en el nuevo Hospital de Mercedes Chimbarongo cuando una joven madre llegó de urgencia al establecimiento para dar a luz a su bebé. Rápidamente el equipo mutidisciplinario acudió en su ayuda pero dado los tiempos y la inminencia de la situación, no podía ser derivada al Hospital San Fernando, centro asistencial de cabecera. La determinación fue realizar el nacimiento en Chimbarongo el cual resultó todo un éxito, transformándose en el primer parto inminente atendido en las nuevas dependencias.

María Jesús Rivadereira tuvo así a la pequeña Antonella, quien pesó 3.75 kilos y midió 51.5 centímetros. La joven madre, “chocha por lo demás”, abrazó a su hija tras ser atendida por la Dra. Magdalena Chubretovic, la matrona Macarena Soto y el equipo que trabajó en el nacimiento en la nueva sala ginecológica para partos de emergencia. Y también estaba el padre de la bebé… 

Y fue justamente la matrona quien nos contó sobre cómo fue este acontecimiento: “lo primero que hay que decir es que si bien éste un hospital nuevo, acá solamente podemos atender los partos que son inminentes, ya que no contamos con especialistas por si en algún momento se complican las cosas. Si bien tenemos los conocimientos o las herramientas necesarias, solo se atienden los partos que son de urgencia e inminentes”.

Sin embargo, la profesional detalló lo hermoso que fue este nacimiento, por todo lo que simboliza para la comunidad el llevar a cabo un parto en el hospital: “nosotros tratamos de dar lo mejor como equipo, porque entendemos que el parto es un momento especial para la madre el cual siempre recordarán; por lo mismo hicimos un trabajo humanizado, invitando además a su pareja para que la acompañara y se hiciera parte de esto, donde incluso cortó el cordón umbilical de la bebé”. 

Cabe mencionar que tras evaluar la situación por parte de la Dra. Chubretovic y de la propia matrona, tanto la madre como la niña fueron derivadas al Hospital San Fernando donde estuvieron un par de días para finalmente recibir el alta médica.

Sin lugar a duda fue un momento especial el vivido en el nuevo establecimiento de salud, donde gracias a las modernas dependencias y a los vastos conocimientos de los funcionarios, hoy María Jesús y la pequeña Antonella, viven unos días de plenitud y tranquilidad.