La importante y sigilosa labor del servicio de Lavandería del Hospital de Chimbarongo

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 La Lavandería del Hospital de Mercedes Chimbarongo es uno de los servicios que trabaja sigilosamente. Un solo funcionario dedica gran parte de su tiempo para realizar un proceso de lavado para abastecer de ropa limpia a los servicios de hospitalización y urgencia como prioridad, además de algunas unidades de forma paulatina.
 
Su encargada es la nutricionista Valeria Araya, pero su principal motor de funcionamiento es el auxiliar de servicio Pedro Pablo Pastén, quien lleva más de 30 años trabajando ahí. Pastó en sus labores en el centenario establecimiento; por eso, es una "voz autorizada" para manifestar lo que significó el traslado al nuevo edificio, y por ende, a sus nuevas dependencias.
 
"El lugar donde funcionaba el servicio de Lavandería en el hospital era más grande, por lo menos muchas veces se ocupaba como bodega de otras dependencias. Y como era un edificio antiguo, tenía un patio interior con plantas y una parra de la que también me preocupaba por su limpieza y que estaba en mi lugar de trabajo ", señaló en primer término Pedro Pablo.
 
Con el traslado, llegó a un lugar completamente distinto, de menor espacio pero más reconfortante y con equipamiento moderno para el trabajo que desarrolla: "recibí la ropa sucia, antes lo hacía de los servicios de hospitalización que existían en esa época; Hoy también se continúa con la hospitalización, la urgencia y algunas unidades como imagenología, SAMU, etc .; la ordeno por producto y el peso para echarla a lavar y centrifugar, luego secar y ordenar a mano para sellar en bolsas plásticas, para finalmente ser repartido a las dependencias requeridas ". 
 
Para entregar a los servicios, la ropa limpia debe estar sellada herméticamente en bolsas plásticas, por un tema de higiene y sanitización, "es el último proceso antes del reparto; así no se contaminó en el traslado, ya que era una llamada directa por el usuario ", enfatizó.
 
Pedro Pablo trabaja de lunes a viernes, sin embargo, para los fines de semanas y festivos debe dejar una cierta cantidad de insumos "de más" para los servicios, "aunque en casos excepcionales de que llegué a faltar, me llaman para hacer hacer la entrega. La idea es que los pacientes están cómodos con el producto ".
 
Finalmente, indicó que el cambio al nuevo hospital fue muy positivo, porque "por mi parte, estoy más cómodo, estoy dentro de las dependencias del edificio, cuento con equipos modernos para realizar mi trabajo, y como trabajo solo, lo hago a conciencia más aun por todos los años que llevo acá ".