Un equipo de salud mental de Rancagua llegó a la zona para conversar con los funcionarios afectados de los equipos del Hospital de Litueche y también del Departamento de Salud Municipal.
El pasado 23 de enero la comunidad lituechina vivió una de las escenas más escalofriantes en su historia. El mega incendio había pasado el límite comunal entre Marchigüe y Litueche, avanzado desde Pailimo y llegando a sectores como Trigo Viejo, La Villa, El Picaflor, para luego alcanzar parte de la comuna de La Estrella.
Entre humo, poca visibilidad y el inminente riesgo de que las llamas alcanzaran la ciudad, los profesionales del Hospital de Litueche realizaron un trabajo coordinado donde cada uno de los funcionarios, tanto de área clínica como administrativa, fue clave en contener y estar al servicio de los más afectados. De esta forma, el personal de salud debía contener a los usuarios, pero eran afectados a la vez, como lo fue el caso de la enfermera Maura Palominos, directora del Hospital de Litueche.
"El lunes el incendio amenazó el lugar donde yo vivo. Ver las llamas tan cerca y ver que todo se puede perder en un minuto es fuerte. Gran parte de mi familia ha sido afectada, pero lo importante es que no tenemos que lamentar en la región la pérdida de ninguna vida", cuenta Maura.
Isabel Bentancourt, asesora del taller de contención, señala que al “quedar en evidencia que la misma directora fuera afectada por el tema de los incendios, los directivos se dieron cuenta que esto no sólo estaba afectando a la comunidad, sino que también a nuestros propios funcionarios de la red de salud”.
Para ello, profesionales del área de salud mental prepararon espacios de conversación y de autocuidado para apoyar a sus colegas. Doris Sepúlveda, profesional de la Seremi de Salud, cuenta que “desde el primer día estamos trabajando juntos con el Servicio para no duplicar acciones y no sobre intervenir. Creemos que es muy importante realizar actividades de autocuidado para los funcionarios, porque son ellos quienes reciben a los afectados y por lo mismo es importante saber qué les pasa a ellos”.
Sobre la intervención, Cecilia Aravena, psicóloga del Servicio de Salud, explica que “básicamente después de haber sufrido los efectos de los incendios, los equipos de salud se caracterizan por tener un alto nivel de exigencia, porque tienen que atender a los usuarios”. Sin embargo, el psicólogo Edison Navarro, agrega “que el grupo ha logrado una gran resiliencia, una gran capacidad para salir adelante y de seguir funcionando a pesar de ser afectados en primera persona”.
Desde el programa de Salud Mental del Hospital de Litueche valoraron la iniciativa. “Esta es una experiencia súper positiva y necesaria ya que muchas veces frente a las emergencias, salud se caracteriza por estar siempre al pie del cañón, a dar la contención necesaria, a resolver temas desde la parte clínica, entonces es importante detenernos a pensar y a conversar sobre qué nos pasó a nosotros como funcionarios y que aparte de ser funcionarios y tener que trabajar con personas afectadas, también muchos de nosotros fuimos afectados por la emergencia”, señala la encargada del programa, Nataly Céspedes.
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