Hacia fines del año 2014, la Presidenta Michelle Bachelet firmó un proyecto de ley que crea 15 CFT estatales, iniciativa que actualmente se encuentra en discusión en el parlamento. La propuesta considera un CFT estatal en cada región del país y se formuló con el fin de descentralizar la oferta y aportar en la calidad de esos centros educacionales. En la oportunidad la mandataria reforzaba la propuesta indicando que "Chile tiene una deuda pública con la educación técnica".
Para la implementación de esta nueva institucionalidad se estaría requiriendo el concurso de universidades públicas, muchas de ellas con oferta actual de carreras técnicas y en algunos casos participación directa en instituciones de formación técnico profesional que, paradójicamente, no han podido ser acreditadas.
La propuesta incrementaría la oferta de vacantes de Educación Técnico Profesional en un 2,2% de lo existente, requiriendo para ello de una inversión cercana a los 100 mil millones de pesos, sin considerar los costos operacionales y de funcionamiento, que deberían ser cubiertos por el estado en su totalidad.
Respecto de la rectoría de estos CFT´s, según indica el proyecto, deberían ser nombrados y removidos exclusivamente por designación presidencial, sin que se establezcan condiciones mínimas que aseguren pertinencia, capacidad y autonomía política, condiciones mínimas para asegurar un liderazgo directivo.
Considerando las características del proyecto, me parece fundamental que parlamentarios, medios de comunicación y líderes sociales contribuya a un debate abierto y amplio, que permita asegurar que las propuestas, en materia de educación técnico profesional, efectivamente contribuyan a saldar la "deuda pública con la educación técnica" y no se transforme en un "gran proyecto", con muy poco impacto real en las soluciones requeridas que nos permitan dar el salto hacia una fuerza laboral capacitada y productiva.
Actualmente en Chile la carencia de técnicos limita crecimiento y desarrollo, en algunos sectores productivos de manera crítica, escenario que no nos permite experimentar soluciones que luego de 5 ó 6 años determinemos que son insuficientes, el costo de un error de diseño, en un escenario de educación gratuita y de calidad para todos podría hacernos retroceder y a un panorama de más universitarios que técnicos en primer año de educación superior.
Ramón Rubio, Director ejecutivo AIEP
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