Disfrutar en familia, con los amigos y colegas, descansar, celebrar la fecha patria supone un positivo cambio de ánimo en septiembre. No obstante, este ambiente festivo, junto con la llegada de la primavera y el alargamiento de los días, cambia la predisposición de las personas hacia su entorno familiar y laboral, y puede transformarse en estrés, ansiedad y hasta tristeza.